lunes, 25 de enero de 2010

Espejito,Espejito.

Nube gris, casi negra, desprende gotas en el tejado.El crujir de la madera, la luz de aquella vela, y esa vieja manta roída.El viento entra, hace bailar a las cortinas sin consentimiento, este se disculpa por su osadía.Los niños salen de la escuela, todos con chubasqueros amarillos, recuerdan a Pesacanova, pero no les importa.Deberían dejarse mojar por madre natura, y así limpiarse, purificarse…Tal como, lo harán las cortinas al pasar por la lavadora.El aroma de la comida recién hecha toca la puerta del ático, abramos le la puerta.Después de un largo, e intenso día, me dirijo a hablar con mi mejor amiga (lo que absurdos sin nombre, llaman MMA), se llama Alma (sí, hablo de mi almohada), no puedo verla esta noche, mis lágrimas la han empapado, así que dibujare personajes de ciencia ficción en el espejo, para que cuiden de mi solo por esta noche.Estoy petrificada soy una estatua de sal, salto por la ventana de los sueños rotos de mi desván.La nube grisácea sigue ahí, quita la sal de mi cuerpo, y me hace apetitosa.Ahora puedo dormir, me protegen las sombras pintadas en mi espejo, o ¿solo son espejismos?

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